¿Quién es el dueño de una carta: el remitente, o el destinatario?
Quizá el correo, en su trayecto al menos. ¿Quién es el dueño de la herida: el que la causa, o el que la padece? ¿No son caras los dos de una misma moneda? O quizá el dueño es el sentimiento que les clava su dardo. Quien ama, quien es amado y el amor: ese arquero que los llaga a ambos, ese puente levadizo en que se encuentran y se desencuentran... El dueño de la herida es el verdugo y es la víctima; es el idólatra y es su ídolo; pero, sobre todo, aquello que los vincula o los enfrenta, sea cual sea su nombre. Porque hay amores que no saben el suyo verdadero.
"El dueño de la herida", Antonio Gala.
El dueño de mi amor soy yo, pues soy la única que ama lo suficiente como para que pueda ser denominado amor, el amado es él, porque le importe o no, mis sentimientos existen y no es tan fácil borrarlos. El amor existe pero sólo yo soy dueña. Mi amor existe, pero sólo él es el dueño, porque para nadie más está destinado :)
Quién es el dueño de tú amor?¿Para quién has formulado esa pregunta, mejor dicho, pensando en quién, estabas cuando escribías esas palabras..
Escrito por LoLitta a las 18 de Octubre 2004 a las 03:23 AM